Papá

Y cada vez que abrazo a alguien,

trato de repetir lo que me hacías sentir entre tus brazos.

Y cuando hablo con alguien,

quiero sienta la seguridad de tu voz,

que escuche la lentitud y la firmeza de tus palabras,

y que entienda, que sin importar lo que se dice,

sin importar la distancia entre quien habla

y quien escucha,

puede quererse y amarse sólo con el sonido de la voz.