Transcurridos los días,
las noches se vuelven perpetuas.
Transcurridos los días,
las voces resuenan macabras,
los sentimientos análogos,
y la vida resulta cansada.
Podría pensar en todo
y a la vez decir nada,
dejar que las horas vayan avanzando
hasta que la costumbre las cubra con el manto
suave de la indiferencia.