Errantes

Y he aquí que,

no hay espacio para nosotros,

no podemos llegar a ningún lado,

estamos como perdidos, sin puerto.

Pero quién puede decir lo contrario,

a lo que se ha dicho antes:

vueltas y vueltas para terminar en los mismo.

Desde Ítaca se observa Ogigia,

¿será que Calipso desea ser Penélope?

¿O es Penélope la que todas las noches sueña con Circe?

Podemos quedarnos quietos,

podemos movernos,

o sólo, podemos ser errantes,

como barcos sin puerto,

como Ulises sin patria,

sin compañeros.

 

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