quizá
las flores no crecen como debieran,
quizá el miedo siempre es algo presente
y,
quizá,
no basta cerrar los ojos y fingir que nada pasa.
Quizá.
Quizá sólo se trata de seguir adelante,
de no pensar
y sólo estar en el cuerpo,
en
tu
cuerpo.